Palacio de la Paz y la Reconciliación
En septiembre de 2003, Kazajstán, la mayor de las antiguas repúblicas soviéticas, acogió la inaguración del Congreso de Líderes del mundo y Religiones Tradicionales en la capital, Astana. Estimulado por el éxito del Congreso, el Presidente de Kazajstán decidió convertirlo en un evento trienal y encargó la construcción del Palacio de la Paz y la Reconciliación, que sería el lugar permanente para el Congreso y un centro mundial para el entendimiento religioso, la renuncia a La violencia y la promoción de la fe y la igualdad humana.