Hórreos, un singular símbolo de España

Los Hórreos

Si viajas por el noroeste de España lo más probable es que veas alguna de estas estructuras (alguna de estas fotos son de Ourense en Galicia.) Conocidas como hórreos y muchas veces con siglos de edad, estas estructuras tienen un propósito vital para las comunidades locales. ¿Puedes adivinar qué era?

A medida que se extendía la civilización europea también lo hacía la resolución de problemas tecnológicos. El hórreo era la respuesta a un tema en particular – como mantener las mazorcas de maíz y otros cultivos secos y seguros de los roedores antes de ser trillados. A pesar de ser una solución simple fue una que perseveró a través de dos mil años. Aunque ya han sido sustituidos, los hórreos de España son un recordatorio de que una buena idea puede persistir por mucho tiempo.

Aunque hórreo es la palabra española moderna, las construcciones son conocidas con una variedad de nombres diferentes según el idioma o dialecto local con variaciones en lugares como Asturias, Galicia y el País Vasco.

También vienen con una variedad de permutaciones y combinaciones – algunos incluso tienen un techo de paja. Sin embargo, todos siguen medios muy similares de construcción. Común a todos ellos es la forma en que el hórreo se eleva desde el suelo por pilares. Sin embargo, el diseño es un poco más complejo que eso.

En la base de cada uno hay una enorme losa de piedra a la que se conoce como pilpayos. Las patas del hórreo se destacan en este y por lo general se conocen como pegollos. Encima de todo esto hay otra enorme piedra que se llama la muela. Esta combinación de piedra (o a veces de madera) es muy eficaz para mantener a raya a los roedores.

El hórreo es construido encima de la muela, fuera del alcance de las garras y bocas voraces de ratas y ratones. Los lados son a menudo de láminas para aumentar la ventilación y ayudar a mantener el maíz y otras cosechas secas.

Muchas personas piensan que el hórreo fue una invención romana y su uso se extendió a todo el imperio a medida que se expandió. Esto se debe a que la palabra hórreo deriva del latín horreum. Sin embargo, según los escritores romanos como Strabonius la estructura no fue un invento del imperio. Los antropólogos creen que fueron originalmente de origen celta.

Cualquiera podría ser perdonado por pensar que el hórreo es un invento romano. Si estás familiarizado con el sistema hipocausto en el que se usaba un horno exterior para calentar el edificio, y que estaba incorporado en muchas villas romanas, hay similitudes sorprendentes. Mientras que en un hipocausto el calor viajaría hacia arriba, la estructura del hórreo fue diseñada para mantener las cosas de arriba frías. Por lo tanto un hipocausto era construido bajo el suelo, un hórreo, era expuesto a los elementos.

Como puedes ver la forma del hórreo difiere, y esto depende de la región. En Galicia y Asturias el hórreo suele ser un rectángulo prolongado. En Cantabria tienden a ser cuadrados. A pesar de que eran parte del paisaje durante cientos de años antes, la primera representación en la literatura viene del siglo 12.

La longitud del hórreo depende de la cantidad de maíz que produce la zona, por lo que podemos encontrar desde cuatro metros a uno que es un increíble con 35 metros en Carnota. Aunque las estructuras con similar, si no idénticas, existen en otros países europeos, lugares tan cercanos como Portugal o tan lejanos como Noruega, hay más de 15.000 hórreos todavía en España, muchos más que en cualquier otro lugar de Europa.

Muchos llevan los toques idiosincrásicos del constructor original y por lo tanto varían de un lugar a otro. La de arriba lleva la inscripción Biva mi Dueño. Esto le dice a alguien que pudiera sentir la necesidad de utilizarlo como suyo que Mi propietario aún vive. Incluso parece haber una variedad que podría ser clasificada como de lujo o incluso hórreos de varios pisos. Esto demuestra ampliamente que estas estructuras fueron utilizadas por todos los estratos de la sociedad, ricos y pobres.

Hoy en día muy pocos se utilizan para almacenar las cosechas, como los anteriores, cargados de maíz en Ames y Boiro, A Coruña. A menudo la leña se mantiene dentro de ellos para que al menos sigan teniendo un propósito útil. También se utilizan para almacenar los trastos que de vez en cuando necesita la familia propietaria, pero muchos han dejado de ser utilizados y abandonados, aunque todavía en una pieza.

¿Por qué ha permanecido el hórreo intacto durante tanto tiempo? Era el mayor interés de los propietarios mantenerlos en perfecto estado. Su estructura, a menudo de piedra pero habitualmente madera, es lo suficientemente resistente como para durar cientos de años si se mantienen adecuadamente. Su falta de uso ha ido de la mano con la industrialización de la agricultura en el siglo XX.

Aunque hay mucha evidencia fotográfica para mostrar que el hórreo era todavía utilizado también en la era de la fotografía – tanto por su excelente estado como por cualquier otra cosa. A pesar de todo algunas fotos los muestran siendo utilizados para su propósito original.

Claro que que los constructores habrían hecho algunas adaptaciones del siglo 20 a las construcciones originales, sin embargo, es una cuestión de puro debate.

Aunque muchos de los miles que aún existen están abandonados hay una creciente conciencia de que deben ser preservados. Sin embargo, hay muchos miles, así que es inevitable que algunos se pierdan en el camino.

Varios de ellos han sido restaurados y permanecen de pie con orgullo como monumentos al trabajo duro de los antepasados. Ellos son una parte importante del paisaje español y representan una continuidad casi sin igual en términos de estructuras humanas construidas.

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