La Guarida del Lobo, el famoso búnker nazi
De qué hablamos
Escondidas en las profundidades de los bosques de Mazuria a unos 8 km de la pequeña ciudad de Prusia Oriental de Rastenburg, se encuentran las ruinas de una de las reliquias históricas más escalofriantes de Polonia, el búnker más secreto de Adolf Hitler, uno que se llama Wolfsschanze o la Guarida del Lobo.
Este búnker de alto secreto y alta seguridad, cuyo nombre se deriva del apodo auto-adoptado de Hitler, se esconde en medio de la selva lejos de las carreteras usables y zonas urbanas. Este fue el principal cuartel general de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial, en la que estuvo más de 800 días planeando el movimiento del ejército alemán hacia el este.
Crédito de la imagen a Jeroen Fossaert
Construcción
La ubicación fue cuidadosamente elegida en esta parte remota de Prusia Oriental, lejos de importantes ciudades y rutas de transporte, para ser un cómodo centro de mando para el avance alemán previsto hacia el este. El trabajo, realizado por unos 3000 trabajadores alemanes, comenzó en otoño de 1940. Alrededor de 80 estructuras fueron construidas finalmente, incluyendo siete gruesos búnkeres para los líderes superiores.
Se tuvo especial cuidado en su construcción y seguridad. Los edificios dentro del complejo de 18 hectáreas fueron camuflados con arbustos y árboles artificiales (cambiándose según la estación del año si así se requería) además de la propia vegetación natural que ya existía. Y estaban fuertemente vigilados por varias barreras de cañones antiaéreos, tanques, así como múltiples barreras de alambre de púas y un sofisticado campo de minas. Algunas de las paredes de los búnkeres tenían 2 metros de espesor.
También se construyó un aeródromo a 5 km de distancia y había una pista de aterrizaje de emergencia dentro del campamento.
Los Aliados no descubrieron el sitio hasta 1945.
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La vida en el búnker
Entre los residentes estaban Martin Bormann (asesor y secretario privado de Hitler), Hermann Göring (primer ministro prusiano y comisionado alemán para la aviación) y Hitler. Sus búnkeres tenían paredes y techos de hasta 8m de espesor.
Hitler llegó a la Guarida del Lobo el 26 de junio de 1941 (cuatro días después de la invasión de la Unión Soviética) y permaneció allí hasta el 20 de noviembre de 1944, con sólo viajes cortos al mundo exterior. Su viaje más largo fuera del búnker fue un período de cuatro meses a la sede de Ucrania de la Wehrmacht (los servicios armados del Reich alemán) en 1942, supervisando el avance del frente alemán.
Hitler era tan paranoico que empleó a unas 15 mujeres cuyo trabajo consistía en comer la comida de Hitler antes de comérsela él para asegurarse de que no estaba envenenada.
«Teníamos que comer de todo. Luego, teníamos que esperar una hora, y en cada ocasión teníamos miedo de caer enfermas. Solíamos llorar mucho porque estábamos contentas de haber sobrevivido», recuerda Margot Wölk, única superviviente catadora de Hitler.
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Intento de asesinato
A pesar de estar tan bien vigilado, uno de los intentos de asesinato contra Hitler más notables fue hecho en este mismo lugar. El 20 de julio de 1944, el oficial del ejército alemán Claus von Stauffenberg llevó consigo un maletín bomba a una conferencia con la intención de ponerla a pocos pies de distancia de Hitler. Por desgracia, un compañero oficial alemán, sin saberlo, empujó el maletín desviando la explosión lejos de Hitler. El Führer sobrevivió con heridas leves. Este famoso intento de asesinato ha sido dramatizado en numerosas películas y documentales de televisión, la más conocida de las cuales fue la película Valkiria de 2008, protagonizada por Tom Cruise como Stauffenberg.
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Abandono del búnker
Para octubre de 1944, el Ejército Rojo había llegado a las fronteras de Prusia Oriental provocando que Hitler dejara la Guarida del Lobo. También ordenó que los búnkeres fuesen preparados para ser destruidos si el enemigo hubiera intentado tomarlos. El complejo fue finalmente volado el 24 de enero de 1945 y los alemanes se retiraron. Tres días después llegaron los soviéticos. Tan duro era el lugar que los Alemanes necesitaron toneladas de explosivos para solo un búnker. Se requirió un estimado de 8.000 kg de TNT. Incluso entonces, los edificios fueron destruidos sólo parcialmente. Pero el extenso campo de minas seguía defendiendo el complejo con eficacia. Llevó más de diez años liberar el suelo circundante de más de 54.000 minas terrestres.
La Guarida del Lobo actualmente
Desde la caída del comunismo en 1990, ha estado atrayendo un flujo constante de visitantes. Hoy en día, el sitio ha sucumbido a la Madre Naturaleza. Los búnkeres están desapareciendo lentamente detrás de una gruesa pared de camuflaje natural.
Lo mejor es recoger un mapa del sitio o un folleto vendido en stands en el área de estacionamiento. Si estás en un grupo, organiza una guía para ver todo. Los guías de habla inglesa, alemana y rusa cobran 60 zł por un tour de 1 hora y media.
Crédito de la imagen a hr.icio
Todas las estructuras están identificadas con números y están marcadas con grandes letreros indicándote que no entres en las ruinas. Consejos que muchas personas ignoran, incluyendo algunos guías (el búnker 6 parece ser el más popular para entrar). Del búnker de Hitler (13) sólo sobrevivió una pared, pero la «casa» de Göring (16) está en relativamente buena forma. Una placa conmemorativa (colocada en 1992) marca la localización del intento del asesinato de Hitler del coronel Claus von Stauffenberg en 1944. Y una pequeña sala de exhibición contiene una maqueta de la composición original del campo.
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También puedes continuar 200 metros después de la entrada hacia Węgorzewo, y tomar un pequeño camino a la derecha señalizado ‘Kwiedzina (5 km)’. A ambos lados de este camino estrecho hay un puñado de búnkeres desmoronados que pueden ser explorados de forma gratuita.
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Mapa
Fuentes: amusingplanet / lonelyplanet
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