El Santuario de Las Lajas
Si miras el exterior inmediato del Santuario de Las Lajas en Colombia no parece una atípica Iglesia Católica del Sur de América. Conserva muchas de sus cualidades: está adornada, ricamente elaborada y, a los ojos de muchos, es hermosa. Podrías pensar que solo es otra pequeña iglesia basílica en un país salpicado de ellas. Sin embargo, si das unos pasos a través de la puerta de la iglesia y miras hacia abajo tendrás una sorpresa.
Sorpresa, por supuesto, si nunca has visto antes el Santuario de Las Lajas; incluso para aquellos que la han visto una y mil veces esta visión debe hacerle tambalear los sentidos en cada ocasión. De pie sobre una losa de piedra en medio del cañón del río Guáitara, la altura desde la torre a la base es de más de 100 metros. Incluso el puente que une la iglesia al otro lado del cañón es de más de 50 metros de longitud. Parece un castillo europeo de cuento de hadas transportado un continente o dos.
Esta increíble iglesia es, desconcertantemente, ignorada por muchos turistas – en su carrera, sin duda, para llegar al cercano Ecuador. Sin embargo, ¿por qué construir una iglesia en un terreno tan escarpado? Seguramente lo primero que te viene a la cabeza es que se construyó allí como una forma de defensa, pero sería un error. Hay una leyenda que rodea la zona y que se remonta a 1754.
Una mujer amerindia y su hija se vieron atrapadas en una repentina y violenta tormenta. No podían gritar pidiendo ayuda, tal era el ruido generado por los elementos. La hija nunca había sido capaz de oír o hablar por lo que para ella, al menos, no habría sido una opción incluso en el más soleado de los días.
La pareja buscó refugio en el desfiladero entre las oquedades formadas por las piedras planas y anchas o lojas naturales (lajas) características de esa zona y allí discernieron una fuerza dentro de ellas, exhortándolas a mirar hacia arriba. Ellas lo hicieron y vieron, con asombro, a la Virgen María aparecerse en las rocas. Inmediatamente la hija adquirió la capacidad de hablar y escuchar – la aflicción con la que nació se había curado.
Si no eres religioso es posible que veas esta aparición como algo parecido a un espectro de Brocken pero espera, hay más. La noticia de este milagro se divulgó por los valles y un anciano ciego se inspiró para viajar de pueblo en pueblo a recoger dinero para construir una capilla en el lugar donde había aparecido la Virgen María.
No hace falta decir lo que ocurrió con su vista cuando recogió suficiente dinero. Una capilla fue debidamente construida a finales del siglo XVIII. A principios de los veinte, se decidió que los fondos debían ser aumentados con el fin de erigir un monumento mucho más grande en el que el creciente número de peregrinos pudiesen orar.
La construcción de una enorme estructura, como es la del Santuario de Las Lajas, cuesta una fortuna y lleva décadas. El trabajo se inició en 1916 y fue terminada en 1949. Su estilo neogótico se ve como si se hubiese podido construir siglos antes, pero es algo sorprendente considerar que la iglesia tal como es en la actualidad es apenas de algo más de sesenta años de antigüedad.
Como puedes imaginar, la iglesia es muy popular entre la gente local. Sin embargo, muchos turistas se la pierden por completo usando a la cercana ciudad de Ipiales como nada más que un punto con el que poder entrar en las inmediaciones de Ecuador. Recuerda un poco a la frase que Bentham dijo una vez: «extendiendo la mano para coger las estrellas, te olvidas de las flores a tus pies.»
Más imágenes del Santuario de Las Lajas
Como siempre, que sé que te has quedado con ganas de más, te invito a echar un ojo a Flickr para ver más imágenes sobre Las Lajas, realmente es una estructura impresionante. 🙂
Vídeos del Santuario de Las Lajas
Visto en Las Lajas Sanctuary: The South American Church that Looks Like a European Castle
Suscríbete a la web por correo electrónico
¡Si no te quieres perder nuestras actualizaciones deja que te avisemos por correo electrónico! Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.