Monrondava y su mágico bosque de baobabs

Los Baobabs de Monrondava

Morondava, situada en la costa oeste de la isla de Madagascar, más concretamente junto al canal de Mozambique en el que desemboca el río que lleva el mismo nombre, es la capital del pueblo Sakalava en la región de Menabe. Ahora mismo podrías pensar que es como cualquier otra ciudad, y quizás sería así sino fuese por algo que la hace muy peculiar, está rodeada por aun antiguo bosque de gigantescos baobabs. La especie autóctona es sagrada para el pueblo malgache, y con razón. Algunos de los árboles que se pueden encontrar aquí tienen más de mil años de antigüedad. Es un lugar espiritual, casi mágico.

La variedad de baobabs que encontramos es la Adansonia grandidieri, son denominados Renala por los habitantes de la región (en el idioma malgache “La madre de las selvas”), y además de ser una variedad endémica presenta la particularidad de ser abundante en la región del Menabe.

Baobab éléphant
Por: Maxime Ouellet-Payeur

Estos árboles baobab gigantes son de unos de 800 años de edad, aunque se habla de ejemplares que han llegado a los 4000 años, un legado de los densos bosques tropicales que una vez prosperaron aquí. Estos míticos árboles también han inspirado relatos a algunos autores como Antoine de Saint-Exupéry con su libro el El Principito en el cual, el protagonista, trata a estos árboles como mala hierba, puesto que los arranca del suelo del asteroide en el que vive, antes de que crezcan y lo destruyan.

Adansonia-gregorii. Baobab, Bottle tree
Por: Sydney Oats

Estas plantas arbóreas son espectaculares, su altura va entre los 5 y 30 m, y el diámetro del tronco supera los 11 m. Los baobabs adoptan la forma de botella durante la etapa de madurez, a partir de los doscientos años, y las semillas pueden llegar a vivir más de cinco años. Algunos baobabs se ahuecan en la madurez y se convierten en grandes depósitos en los que se pueden almacenar más de seis mil litros de agua.

La ciudad es famosa entre otras cosas por la espectacular Avenida de los baobabs. Esta Avenida es un gran grupo de éstos árboles que bordean el camino de tierra entre Morondava y Belon’i Tsiribihina. Su sorprendente paisaje atrae a viajeros de todo el mundo siendo así uno de los lugares más visitados de la región. Ha sido uno de los centros en los esfuerzos locales de conservación, y le fue concedido temporalmente el estatuto de protección en julio de 2007 por el Ministerio de Medio Ambiente, Agua y Bosques, el primer paso hacia lo que sería el primer monumento natural de Madagascar.

A unos 7 km al noroeste se encuentra el famoso Baobab Amoureux – dos árboles Adansonia za retorcidos entre sí. Según la leyenda estos dos amorosos baobabs crecieron juntos a través de los siglos. Los Baobabs se encontraron después de un amor imposible entre un joven y una joven de aldeas cercanas. A ambos ya les habían asignado a sus prometidos y tuvieron que casarse por separado en sus respectivos pueblos. Sin embargo, la imposible pareja había soñado con una vida eterna común y en tener un hijo, y en secreto le pidieron ayuda a su dios. Ambos baobabs nacieron, y viven ahora como uno solo por toda la eternidad como la pareja siempre quiso.

A pesar de su popularidad como destino turístico, en la zona no hay centro de visitantes o tasas de entrada, y los residentes locales reciben pocos ingresos procedentes del turismo. Conservation International en asociación con Fanamby, una ONG de Madagascar, ha puesto en marcha un proyecto de ecoturismo destinado a la conservación de la zona y a la mejora económica de la comunidad local.

Aunque los peligros siempre acechan. A través de los años, ya que la población del país creció, los bosques han sido cortados de manera constante, dejando únicamente los árboles baobab, que los lugareños conservan por razones religiosas. Hoy en día , la deforestación continúa en grandes áreas de esta región, entre esta deforestación algunos de los pocos baobabs que quedan, son talados para dar paso a las plantaciones de caña de azúcar.

Burn Agriculture
Por: Frank Vassen

La Reserva natural integral de Tsingy de Bemaraha, declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1990, se encuentra a 150 km al norte de Morondava. El camino desde Morondava es malo, pero a Tsingy de Bemahara se puede llegar en 4×4 en aproximadamente 10 horas. En el sur se encuentra la Reserva Andranomena.

El bosque Kirindy es una reserva natural a unos 60 km de Morondava donde muchas de las especies locales de lémures, así como otras plantas y animales se pueden observar durante un viaje diurno o nocturno.

Aunque si eres más un amante del sol y la playa también ofrece un abundante sol en sus calles y junto a las playas se pueden contemplar a las goletas y piraguas avivadas por el viento. Como dato curioso la gamba aquí es llamada «rosa» ya que de su pesca depende gran parte de la población de la zona. Igualmente ha guardado su carácter musulmán proveniente de los numerosos inmigrantes de origen pakistaní, yemení, comoriense o somalí. 

Esperemos que todos los esfuerzos puestos para la conservación de estas impresionantes estructuras naturales den sus frutos y hagan perdurar durante muchos siglos más a estos peculiares habitantes de Madagascar.

Avenida de los Baobabs
Por: reibai

 

Más imágenes de Baobabs

Si te han llamado la atención y quieres ver más imágenes sigue la ruta de los Baobabs 😉

Vídeos de estos árboles Baobab

 

¿Te ha gustado? ¿Qué tal si lo compartes? 😉

https://plus.google.com/113713765330789061383/posts/Dn8Hm1KU52r



Suscríbete a la web por correo electrónico

¡Si no te quieres perder nuestras actualizaciones deja que te avisemos por correo electrónico! Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

Únete a otros 17 suscriptores

¿Nos cuentas algo? :)

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.