Hamilton, la capital de la catarata del planeta

Las cataratas del Niágara pueden ser las cascadas más visitadas de América del Norte, pero la verdadera «Capital de la catarata» del planeta se encuentra a 50 millas al oeste, en la ciudad canadiense de Hamilton. Situada en el corazón de la región más industrializada del país, Hamilton es también un lugar de gran belleza natural. Su característica natural más famosa son sus cascadas.

Hamilton alberga más de cien cascadas, una de las concentraciones más altas en cualquier área urbana de su tamaño. La abundancia de cascadas se debe a la ubicación de la ciudad a lo largo de la escarpa del Niágara, una cresta en forma de arco que pasa por el centro de la ciudad en su «camino» entre Nueva York, a través de Ontario, Michigan, Wisconsin e Illinois. Cualquier río, riachuelo o arroyo que fluye hacia los Grandes Lagos sobre la escarpa del Niágara da como resultado una o más cascadas.

Típico de una gran ciudad industrial centrada en la fabricación de acero, las cataratas de Hamilton pasaron inadvertidas en gran parte por su medio millón de residentes hasta 2008, cuando Chris Ecklund, oriundo de Hamilton, fundó la City of Waterfalls (Ciudad de las Cataratas), una iniciativa sin fines de lucro destinada a promover las cascadas de la ciudad. Los lugareños conocían algunas de las caídas más grandes de la ciudad y las visitaban los fines de semana como lugares para nadar y hacer picnic, pero nadie sabía la verdadera extensión del recurso acuoso de Hamilton.

Incluso hoy, nadie puede dar un verdadero recuento de las cascadas de Hamilton. El sitio web de Chris Ecklund menciona por nombre 130 cascadas, pero algunas fuentes afirman cifras tan altas como 150 o más. La incertidumbre podría deberse al hecho de que solo alrededor de 50-60 de las cascadas fluyen durante todo el año, por lo que el recuento podría variar según la temporada del año. También, algunas cascadas se encuentran en propiedad privada por lo que su recuento podría, o no, haberse contabilizado. Además, muchas cascadas en el centro de Hamilton han ido desapareciendo lentamente con el aumento de la población y la construcción.

Hamilton no tiene ríos, por lo que el tamaño de las cataratas no se acerca a la magnitud de las cataratas del Niágara. En cambio, las cascadas de Hamilton son pequeñas, tranquilas y serenas, y hay una gran variedad en ellas. Hay cascadas, tipo cinta (caídas de gran altura y anchura pequeña), la variedad clásica (donde la altura y la anchura de la cresta son casi iguales), y cortinas (caídas de altura pequeña y cresta muy ancha).

La catarata más pintoresca de Hamilton son las cataratas de Webster. La cascada más alta es Tew’s Falls a 41 metros, y la más corta, Little Davis Falls, tiene solo 3 metros de altura.

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Fuentes: wikipedia / smithsonianmag / world-of-waterfalls / amusingplanet