El bosque fantasma de Neskowin
En la pequeña ciudad costera de Neskowin en el condado de Tillamook, Oregón, Estados Unidos, en algún lugar entre Lincoln City y Pacific City se encuentran los restos de un antiguo bosque de abetos Sitka. Durante casi 300 años, los tocones del «bosque fantasma» habían estado escondidos bajo la arena hasta que fueron descubiertos en el invierno de 1997-98 cuando una fuerte tormenta azotó la costa de Oregón. La tormenta había erosionado una parte de la playa revelando un centenar de percebes incrustados en los tocones dejando al descubierto el bosque fantasma de Neskowin.
Antes del gran descubrimiento de aquel invierno, los troncos eran una mera leyenda local, con los residentes del Condado de Tillamook de toda la vida diciendo que sólo emergen una vez cada varias décadas, y sólo brevemente. Desde el invierno de 1998, el Bosque Fantasma de Neskowin se ha convertido en un elemento permanente en la playa.
Los tocones del bosque fantasma de Neskowin se estima que tienen aproximadamente 2000 años, y cuando estaban vivos, se cree que los árboles podrían haber tenido entre 150 y 200 pies de altura. La datación por carbono de los tocones reveló que el bosque había muerto entre los años 1680 y 1720. Los investigadores razonaron que un gran terremoto en el noroeste podría haber matado a los árboles fantasma, y el posterior tsunami generado por el sismo podría haber enterrado a los árboles en la arena.
Con referencia en viejos manuscritos japoneses, los investigadores encontraron que sólo un tsunami había ocurrido entre 1680 y 1720, que había inundado varias aldeas japonesas. La fecha se calculó rápidamente – 26 de enero de 1700.
El año coincidía con los datos de los investigadores que habían estudiando los anillos de los tocones de los árboles fantasma revelando que estaban vivos y sanos a finales de 1699, pero muertos en la primavera de 1700.
Ahora se cree que un terremoto golpeó la costa de Oregón en el año 1700 bajando este pedazo de tierra bruscamente por hasta treinta pies. El agua de la marea habría caído sobre ella, ahogando los árboles en el barro.
Poco después un enorme muro de agua golpeó contra los árboles decapitándolos cerca de sus bases. Con el tiempo, el barro y la arena acumulados por las mareas habían ingerido los tocones y los mantuvo lejos de los efectos de la descomposición del oxígeno y las bacterias, hasta su descubrimiento en el invierno de 1998.
El bosque fantasma de Neskowin no es particularmente bien conocido, pero se dice que vale la pena visitarlo.
Y ahora unos vídeos para situarse en el lugar.
No encontrarás mucha sombra pero seguro que es algo que vale la pena ver, ¿no crees?
Nota: El crédito de las imágenes puedes verlo pinchando sobre ellas
Fuentes: burkemuseum / beachconnection / tillamookcoast / amusingplanet
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