Acueducto Pont du Gard – Obra maestra de edificación antigua

 

El puente acueducto Pont du Gard

La pregunta ¿qué han hecho los romanos por nosotros? Fue una famosa pregunta en la película La vida de Brian de Monty Python y ciertamente se podría pensar que unos pocos miles de años más tarde esa pregunta es potencialmente redundante. Sin embargo, una mirada al puente-acueducto de Pont du Gard podría devolverle la atención a esa idea.

Ellos sin duda hicieron las cosas duraderas. Aunque el Puente del Gard ya no es un puente-acueducto funcional, el mismo hecho de que se acerque a los dos mil años y aún esté en pie es un testimonio de las habilidades de sus constructores (aunque, por supuesto, ha tenido renovaciones en el tiempo). El hecho es que ha pasado de ser útil a ser simplemente un elemento decorativo.

Ubicación

El Pont du Gard (como se conoce en francés) cruza el río Gard, en el sur de Francia. En total, el acueducto tiene más de cincuenta kilómetros de longitud y conecta las ciudades de Uzès y Nîmes. Además de ser el más alto de todos los puentes-acueducto romanos es también uno de los mejor conservados. Sorprendentemente, no se utilizó argamasa en su construcción.

Fue construido en el siglo I d.C., por lo que mientras los personajes de Monty Python se lamentaban al imperio, los ciudadanos de Nîmes estaban disfrutando de un suministro de más de 40 millones de galones de agua cada día (unos 200 millones de litros). La precisión utilizada por los ingenieros romanos es asombrosa: a pesar de su longitud, el acueducto sólo desciende cinco metros a lo largo de toda su longitud.

Fue utilizado mucho después de la caída del Imperio romano, posiblemente hasta el siglo décimo. Sin embargo, no hubo mantenimiento a partir del siglo cuarto debido a las sucesivas invasiones que irrumpían en la región y finalmente se acabó obstruyendo con los depósitos minerales, raíces y los restos de cientos de años. Incluso la gente empezó a saquear sus piedras para utilizarlas en otros lugares, aunque la mayor parte del Puente del Gard permanece intacta.

Después de su uso como acueducto su función cambió y se convirtió en un puente de peaje sobre el valle en la Edad Media, lo cual permitió su supervivencia.

Características

Echemos un vistazo algo más profundo. Se cree que la construcción del acueducto comenzó alrededor del año 40 d.C. -aunque hasta excavaciones recientes se pensaba que databa del 19 a.C- y se completó en unos quince años. Probablemente se habrían empleado alrededor de un millar de trabajadores en su construcción.

El puente en sí tiene 274 metros de longitud y la considerable altura de 49 metros. Fue construido en tres niveles y en cada nivel la abertura de los arcos es cambiante. Cada uno es una anchura ligeramente diferente de la amplitud, una táctica deliberada para proteger el puente contra el hundimiento.

Inclinación

El agua se llevaba en un conducto que los romanos llamaban specus y éste estaba a la derecha en la parte superior del tercer nivel. El nivel superior se inclina un poco y esto también se pensó deliberadamente. La idea era que los ingenieros hicieron esto para que fuera más fuerte frente a la corriente del agua – 44 millones de galones al día provocan una considerable cantidad de presión.

Sin embargo, se ha demostrado recientemente que la inclinación fue causada por la expansión y contracción de las piedras debido al calor del sol.

Longevidad

Por supuesto, es la piedra la que le ha dado al puente-acueducto su longevidad. Hay más de 50 mil toneladas de piedra formando el puente y muchos de los bloques exceden las cinco toneladas de peso cada uno. No hay ningún tipo de argamasa involucrada en absoluto – el corte era tan preciso que los bloques encajan por fricción.

Deterioro del punte

Pero si piensas que ya está todo lo que la historia de este acueducto puede ofrecer, estás equivocado. En la década de 1620 sufrió graves daños cuando Henri, duque de Rohan hizo usar el puente para transportar su artillería durante las guerras entre los realistas franceses y los Hugonotes, a quienes conduce. Para dejar espacio para que su artillería pudiese cruzar el puente, el duque redujo el espesor de la segunda fila de arcos a un tercio del espesor original, esto dejó un vacío en la cubierta inferior suficientemente amplio como para que pasasen los carros y cañones, pero se debilitó severamente el puente en el proceso.

Por suerte en 1703 las autoridades locales renovaron el Pont du Gard para reparar grietas, rellenar surcos y reemplazar las piedras perdidas en el siglo anterior y se construyó un nuevo puente por el ingeniero Henri Pitot en 1743-47 junto a los arcos de la planta baja, por lo que el tráfico rodado ya podía cruzar por un puente construido específicamente para ello. Aunque también tuvo sus detractores. El novelista Alejandro Dumas era muy crítico con la construcción del nuevo puente, comentando que:

«el siglo XVIII estaba reservado para deshonrar un monumento que los bárbaros del quinto no se habían atrevido a destruir.»

Alejandro Dumas

Pero el Pont du Gard continuó deteriorándose y 1835 vio que estaba en serio riesgo de colapso por la erosión y la pérdida de cantería.

El puente y Napoleón III

Aquí fue donde entró en escena Napoleón III, quien tenía gran admiración por lo románico. Lo visitó en 1850 e interesándose en él aprobó los planes del arquitecto Charles Laisné para reparar el puente en un proyecto que se llevó a cabo entre 1855-1858 con los fondos aportados por el Ministerio de Estado. Fueron reformas sustanciales ya que se sustituyó la piedra erosionada, se llenaron algunos de los pilares de concreto para ayudar a la estabilidad, se mejoró el drenaje al separar el puente del acueducto. Se instalaron escaleras en un extremo y las paredes del conducto se repararon, permitiendo a los visitantes caminar a lo largo de éste con una seguridad razonable. También han habido proyectos posteriores para consolidar los pilares y arcos.

Inundaciones

Pero este puente no solo ha tenido que luchar contra los humanos, también ha sobrevivido a tres graves inundaciones. En 1958 la totalidad de la parte más baja fue sumergida por una gran inundación que arrasó otros puentes. En 1998 otra gran inundación afectó a la zona. Y en 2002 cuando otra inundación golpeó una vez más y provocó graves daños en las instalaciones cercanas.

Atracción turística

El Puente del Gard ha sido una atracción turística durante siglos. La extraordinaria calidad de la mampostería del puente llevó a que se convirtiera en una parada obligatoria para los jornaleros masones franceses en su gira tradicional alrededor del país, muchos de los cuales han dejado sus nombres en la piedra. Desde el siglo 18 en adelante, sobre todo después de la construcción del nuevo puente carretera, se convirtió en una famosa puesta en escena para los viajeros en el Grand Tour de Francia y se hizo cada vez más reconocido como un objeto de importancia histórica y de orgullo nacional francés.

Por la década de 1990 el Pont du Gard se había convertido en una atracción turística muy popular, pero estaba congestionado por el tráfico – todavía se permitía la circulación de vehículos sobre la carretera del puente de 1743 – y se llenó de estructuras construidas ilegalmente y tiendas para turistas bordeando las orillas del río. El arquitecto Jean-Paul Viguier llegó a decir:

«apetito por el dinero» había transformado el Pont du Gard en «una atracción de feria».

Jean-Paul Viguier

UNESCO

En 1996, el Consejo General del departamento de Gard inició un importante proyecto de cuatro años para mejorar la zona, patrocinado por el gobierno francés en colaboración con fuentes locales, la UNESCO y la Unión Europea. Toda la zona alrededor del puente se hizo peatonal y un nuevo centro de visitantes fue construido en la orilla norte diseñado por Jean-Paul Viguier. La remodelación se ha asegurado de que el área alrededor del Pont du Gard sea ahora mucho más tranquila debido a la eliminación del tráfico de vehículos y el nuevo museo ofrece un contexto histórico muy mejorado para los visitantes.

El Puente del Gard es hoy una de las cinco mejores atracciones turísticas de Francia, con 1,4 millones de visitantes reportados en 2001.

El Pont du Gard se añadió a la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1985, con el criterio de «Genio creativo humano; testimonio a la tradición cultural; importancia para la historia humana». La descripción que figura en la lista reza:

«Los ingenieros hidráulicos y… arquitectos que concibieron este puente crearon una obra maestra técnica y artística.»

Lamentablemente, el nombre del arquitecto se ha perdido en el tiempo. Tempus Fugit.

Más imágenes de Pont du Gard

¿No me negarás que este acueducto no tiene una peculiar historia? Pero no solo esta estructura es digna de ver. El entorno también se presta al disfrute como puedes ver en otras muchas imágenes de la zona.

Vídeos del Pont du Gard

¿Crees que se equivocaron al incluirlo en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO? 😉

Fuentes: kuriositas * wikipedia



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